
Desde el inicio de la historia las religiones solían satisfacer las dudas existenciales del humano que se fueron acrecentando con el desarrollo del saber, la religión resolvía las preguntas más básicas, así como la vida después de la muerte y la creación. Cuando el hombre comenzó a explorar el conocimiento y a mirar hacia sus adentros a través de las doctrinas intelectuales estas resolvieron dudas cada vez más complejas, pero llegó un punto en el cual el humano occidental se percató que más importante, para la mayoría, que la paz existencial, era la realización de proyectos palpables y de resultados generacionales inmediatos, esto daría el inicio a los ideales.
Los ideales fueron siempre válidos cuando el humano se encontraba como motor de estos, así se dieron revoluciones e importantes cambios en cuanto a la percepción que las masas tenían de lo que querían como mundo. Sin embargo con la instauración del sistema neoliberal en Europa, tras la caída del régimen nazi luego de la segunda guerra mundial, vemos ahora el fin de los ideales en occidente y la sustitución de estos por el sueño americano.
El sueño americano vino al resto de occidente con una efectividad comprobada a partir de la realización del proyecto en Estados Unidos. Este sueño consiste en sustituir en la mente del hombre cualquier ideal colectivo por uno individual y materialista, ahora el hombre vería sus enemigos en quienes se interpusieran en su camino hacia la acumulación de riquezas y a sus amigos en quienes le dieran palmadas en la espalda a medida que avanzara con la realización de este ficticio sueño. Ya no debía preocuparse por el bienestar de todos sus vecinos por igual porque simplemente para él el vecino ya no existe, ya no significa nada más que un ejemplo al cual conviene superar.
Con el desarrollo de los medios masivos de comunicación este sueño pareció más al alcance de las personas, ahora las personas eran alentadas desde aparatos ubicados voluntariamente en sus hogares a cumplir un sueño que ya no era ideal sino que comenzaba a tomar forma de imagen, desde la incorporación de los mas media el sueño americano se hizo más deseable que nunca, ya que ahora todos tenían presente la imagen de quienes habían resultado victoriosos en su carrera al éxito, y su situación parecía deseable.
Pero no fue necesario más de medio siglo para que nos fuera evidente que, este sistema estimulado por los medios de comunicación masiva, lejos de ser satisfactorio para nuestra sociedad, acrecentaba las frustraciones, ya que excluía a aquellos que por sus condiciones ya sea étnicas, socioeconómicas, o biológicas, se veían incapacitados de cumplir con la tan anhelada imagen que nos mostraba el sueño americano. Además daba al humano trabajos con fines imaginarios que son el resultado del crecimiento de una maquinaria necesaria para el óptimo funcionamiento del sueño americano, así actividades como la publicidad cobraron una importancia que no tienen en realidad para la naturaleza intelectual del ser humano. Hasta ahora la globalización ha cumplido funciones poco loables ya que facilita herramientas para que el humano individualmente logre de manera avasalladora ocupar terreno sobre su vecino en pos de la victoria propia, creo que se nos da la oportunidad por primera vez de organizar resistencia global a este sistema que nos roba colectividad y priva al hombre de realizar actividades que, aunque humanas, no parecen ser aporte al sueño americano.
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