28 abr 2010

UNO QUE INÚTILMENTE DUDA DEL CENTRO

Nos pasamos buscando centros, es una obsesión inútil, no me refiero a centros de acopio o a centros de madres, que dependiendo de la edad de las madres puede llegar a ser lo mismo, me refiero a centros más abstractos, o más concretos, no sé si viene de una noción figurativa o viene de alguna armonía interna, de esas que solo los sabios o los charlatanes han logrado ver. Esto lo digo porque dudo que algo real tenga un centro exacto, aun así, nosotros métale buscando centros, he llegado a creer que inventamos el círculo para poder imaginarnos algo con un centro exacto. Aunque tengo especial afecto por los círculos me refiero a unos centros más metafísicos si se quiere. ¡Vuelve a tu centro! Le han dicho a más de uno… no sabemos qué hacer, más se nos pierde cuando intentamos enfocarlo, primero dime donde está y luego pienso si es que puedo llegar, porque para mí que hay un laberinto a ese centro y seguro que está mal calculado y al final quedas parado al lado pero contento, como la mayor parte de las veces creyendo que lo has hecho bien. Algunos van más lejos y dicen que el centro ese, está ubicado a medio camino entre el inconsciente y el yo consciente, para mí que se complican, está bien, me miro a mí mismo, pero, mis ojos no están al centro, están uno a cada lado, mis orejas, mis manos, mis rodillas y mis fémur también. Qué pasaría si buscáramos un lado en vez de un centro, media vuelta a los intelectuales y a los místicos: un lado. Si los juntáramos a todos y les dijéramos que el meollo del asunto, como sospechábamos, efectivamente no está al centro sino que está a un costado, ahí donde molesta y desequilibra, jode pero bueno ya es una verdad irrefutable, un costado ¡qué molesto, que indigno! los reyes ha diferencia de los niños con sus gorras, nunca han usado las coronas hacia un lado. Ya veo como se inquietarían los sabios en sus sillas, como intentando rascarse una extremidad amputada. Puedo apostar que se levantarían las faldas de sus teorías y se pararían encima del punto que les indicamos para volverlo el centro a la fuerza, de hecho creo que lo han hecho todo el tiempo, quizás haya que estar más atento, quizás cuando se levantan la falda podemos ver porqué les gusta tanto el centro.
La verdad es que, es que bueno, respecto a esto, sí hay en el cuerpo algunas partes que sí están en el centro, está bien, estaba manipulando información, se trata, en primer lugar de la boca, que cada vez que la uso para cosas indebidas tales como hablar termino por cansarme más de ella; por otro lado está el ano, que es aunque la boca lo resienta, el lugar más expresivo del cuerpo, mis respetos a ese centro; y el centro de entre todos los centros, nuestros penes y vaginas, los imanes de las masas, donde todos los animales olfatean, el centro exacto del hombre de Vitruvio, cuando pensamos desde ahí no dudamos dentro de lo posible, tal vez por eso intuimos que en el centro está la gran cosa, la gran respuesta, quizás tiene más que ver con experiencias que con teorías, que bonito sería si así fuera.
Después de todo quizás tenga algo de sentido esa obsesión, o por lo menos un origen, aunque si alguien algún día dice que ha encontrado el centro, habrá que recordarle que le ha echado demasiada agua al fuego, o bien que está hablando en un momento en que debería estar concentrado en otras faenas, no sé si me explico.

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